Tristeza Festiva

por, Dr. C.J. Correa Bernier

Es común que seamos influenciados por la aproximación sociocultural que se nos dice que los días festivos durante la época navideña son parte de una temporada definida por la celebración, el amor, indulgencias y la gratitud. Junto a esta definición cultural, llegan las expectativas implícitas que difunden la colectividad de una felicidad plena. Sin embargo, para muchas personas, los días festivos navideños pueden llegar a generar una secuencia intensa de sentimientos depresivos, ansiosos, nostálgicos, y desesperados, en lugar de la supuesta alegría y júbilo.

Es común que las festividades navideñas traigan consigo tristeza. Esto puede deberse a una serie de factores, como, por ejemplo, conflictos familiares, problemas de salud mental preexistentes, trastorno afectivo estacional, la pérdida reciente de un ser querido o el aniversario de una pérdida familiar, compromisos sociales intensos, o presiones emocionales y financieras.

Una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), descubrió que más del treinta ocho por ciento de las personas encuestadas estaban sintiendo niveles elevados de estrés, depresión y ansiedad durante la temporada navideña, junto a un mayor consumo de alcohol y sustancias controladas. Otro estudio realizado por la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), descubrió que las personas que viven con algún tipo de trastornos de salud mental reportan que sus síntomas y afecciones tienden a empeorar alrededor de las fiestas navideñas.

Para quienes ya se sienten aislados, solos o tristes durante la temporada navideña, las redes sociales pueden llegar a ser un vehículo de intensificación de sentimientos negativos. El tiempo que pasan navegando las plataformas de las redes sociales viendo publicaciones, fotos y videos de amistades o personas influyentes quienes dan la impresión de “estarla pasando” de maravillas, podría llegar a despertar en ellos sentimientos de envidia, vergüenza, pérdida y comparaciones “forzadas”, las que podrían llevar al navegador cibernético a compararse con personas que él o ella cree son mejores o superiores. No es sorprendente que las comparaciones tiendan a erosionar la autoestima y el bienestar emocional de estas personas.

La buena noticia es que existen formas de planificar y proteger nuestra salud mental durante la temporada de las fiestas navideñas. A continuación, algunas sugerencias:

Identifique los factores desencadenantes para usted: Los factores desencadenantes son personas, lugares y cosas que nos recuerdan un trauma pasado o un acontecimiento perturbador. Conocer sus factores desencadenantes podría ayudarle a frenar la reactividad emocional y poner en marcha planes que le ayudarán a reducir el estrés relacionado con las fiestas.

Permítase sentir sus emociones: Con gentileza, dígase a sí mismo que está bien no sentirse particularmente "feliz o alegre" durante la época navideña. Permítase sentir lo que siente (incluyendo envidia, resentimientos o la pérdida). El permiso otorgado podría ayudarle a reducir el estrés y depresión que puedan estar relacionadas con las fiestas. Podría parecer contradictorio, pero negar los sentimientos negativos o reprendernos por sentirnos mal lo único que tiende a producir es que nos sintamos peor, no mejor.

Tómese un descanso de las redes sociales: Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero limitar o tomar un descanso consciente de las redes sociales podría ayudarle a evitar caer en un ciclo de autosabotaje, comparación y desesperación. Para algunos, establecer límites firmes en torno al uso de las redes sociales podría ser un imperativo para la protección de su salud mental durante la temporada navideña.

Sea paciente consigo mismo: Es importante mantener en mente que se necesita tiempo, paciencia y autocompasión para resolver emociones complicadas como para comprender todas las circunstancias que las rodean. Recuerde que usted no es el único que se siente mal. Los estudios muestran que muchas personas sienten niveles elevados de estrés durante la época navideña. Disminuir la velocidad de su cuerpo y mente podría ayudarle a reducir sus niveles de estrés. Comience practicando ejercicios de respiración profunda. Para un ejercicio inicial presione aquí.

Practique la autocompasión: Es más probable que tendamos a ser más críticos con nosotros mismos cuando nos estamos sintiendo deprimidos o avergonzados. Una forma de practicar la autocompasión durante la temporada navideña es tratándonos como trataríamos a un buen amigo. Seamos gentiles en la manera como comemos, nos hablamos, dormimos, etc.  

Busque ayuda: Si su patrón habitual es sentirse más solo, deprimido o aislado durante la temporada navideña, le invito a ser proactivo y buscar apoyo. Haga planes con amistades y/o familiares de confianza, o manténgase conectado, de manera consciente, con otras personas.

Consulte a un profesional de la salud mental: A veces, nuestros esfuerzos por combatir el estrés durante la época navideña no son lo suficientemente efectivos. Cuando esto sucede, es importante darnos el permiso de buscar ayuda. Trabajar con un profesional de la salud mental podría marcar la diferencia.

La tristeza o melancolía invernal afecta a muchas personas y provoca sentimientos de aislamiento y estrés. Reconocer los factores que contribuyen a estas emociones es fundamental para poder gestionarlas de manera eficaz. Si identifica sus detonantes, practica la autocompasión, limita el uso de las redes sociales y busca apoyo, podrá crear una experiencia más positiva durante los meses invernales. Recuerde que está bien reconocer y sentir sus emociones; hacerlo es un paso vital hacia la recuperación. Priorizar su salud mental y bienestar emocional durante este tiempo es esencial. Aproveche la oportunidad de cuidarse y, de ser necesario, busque ayuda profesional mientras continúa conectándose con sus seres queridos o comunidad de impacto. Con un enfoque consciente e intencional, podrá atravesar las fiestas navideñas y meses invernales con resiliencia y esperanza. CB

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